sábado, 21 de noviembre de 2009

SEMINARIO 7: PERSONAS POSTRADAS EN EL HOGAR

Persona Postrada

Una persona postrada es aquella que tiene su capacidad para desempeñar las actividades de la vida diaria disminuidas, debido al detrimento en su movilidad. La inmovilidad va desde restricciones al deambular hasta la dependencia total.

La postración se puede dividir de acuerdo al tiempo de evolución de ésta en:


a) Transitoria: Debida a enfermedades en que su tratamiento o corrección elimina la inmovilidad.

b) Prolongada: En relación a una enfermedad cuya resolución o eliminación de su causa no cesa la postración o las secuelas.


Además se puede clasificar de acuerdo su grado o intensidad, según índice de Katz, en leve, moderado y severo.


Adultos postrados en Chile.

En Chile, existe un total de 104.875 personas postradas, de los cuales 42.909 personas se encuentran en el rango entre 0 y 59 años, y en población mayor de 60 años, existen 61.966 personas en esta condición.


Atención domiciliaria a personas postradas en Chile.

A nivel ministerial surge el programa Atención Domiciliaria a Personas con Discapacidad Severa en febrero del 2006. Su objetivo es mejorar la calidad del cuidado de la persona postrada y aliviar a la familia cuidadora. Se operacionaliza a través de:

• Atención domiciliaria por el equipo de salud del consultorio.

• Capacitación y apoyo comunitario al cuidador.

• Apoyo monetario a las personas postradas que califican como pobres o indigentes


Criterios de inclusión para obtener el subsidio:

• Que la persona clasifique como postrado según índice de Katz (OMS/ OPS)

• Que la persona postrada esté incluida en el programa Postrados de Atención Domiciliaria en APS.

• Que el cuidador familiar esté capacitado por el equipo del centro salud.

• Que la persona no esté institucionalizada.


Aspectos Psicosociales

La relación que mantiene un postrado con su cuidador es muy importante y el tipo de esta puede asimilarse con la calidad de los cuidados que se le administra. El impacto de la postración de una persona sobre su familia depende en gran medida del rol que desempeñaba este y de los recursos con los que disponía la familia. El postrado genera situaciones conflictivas e incluso patologías en el cuidador principal, debido a las importantes renuncias que debe realizar para poder cuidarlo. Decidir quién se va a hacer cargo de la persona postrada, comporta un proceso de fuerte impacto emocional donde afloran conflictos no resueltos y viejas dinámicas de funcionamiento familiar.


La Carga del Cuidador: Conjunto de problemas físicos, mentales y socioeconómicos que experimentan los cuidadores de personas postradas y que pueden afectar sus actividades de ocio, relaciones sociales, entre otras.

La parte objetiva se refiere a la cantidad de tiempo o dinero invertido

La parte subjetiva se refiere a la percepción del cuidador de la repercusión emocional de las demandas o de los problemas relacionados con el acto de cuidar.

Problemas más comunes del cuidador: Deficiente ayuda de parte de familiares, Tiempo limitado de descanso y ocio, Problemas económicos entre otros.

Sentimientos: Pena, culpa, enojo, rabia, vergüenza, impotencia, soledad, inseguridad, frustración, resentimiento

Principales Alteraciones Afectivas: Trastorno del Sueño, depresión, ansiedad



Dilemas éticos


Sentido de la vida


En el paciente postrado, sus energías están dedicadas a sobrellevar su situación de dependencia, el cuerpo debe entregarse a otras manos y surge la búsqueda del sentido de la vida donde aparentemente no lo hay. ¿Qué propósito llenan sus días? La persona debe replantearse su vida, debe buscar una nueva motivación para continuar donde debe alcanzar una aceptación de su nueva situación vital.

Es común escuchar la frase “eso no es vida”, en el fondo nos enfrentamos a la pregunta ¿Sería ético desear que la muerte llegara luego para aliviar el sufrimiento y la carga de tener que vivir así tanto para la persona como para la familia?


Justicia: No es justo que se dificulte de esta manera hallar la sensación de plenitud y satisfacción con sus propias expectativas, en el caso del paciente postrado no existe elección y deben reajustarse las formas en que esta persona alcanzará sus propósitos.


No maleficencia: Es importante tener en cuenta que es una persona especialmente vulnerable, por lo tanto su protección se hace más prioritaria frente a la desvalorización que puede recibir.


Beneficencia: Se debe ayudar a encontrar sentido a su vida, a que la persona puede sentirse alguien digno. Encuentre herramientas para entregar algo a los demás, tan valiosos como lo que él recibe.


Autonomía: Existe una limitación física, pero por lo general una capacidad mental conservada, aunque esto no influye en el hecho de que depende de otros inevitablemente. No puede decidir sobre los aspectos más importantes de su vida


Responsabilidad y carga del cuidador


Por lo general el cuidador es un familiar, quien asume la responsabilidad de los cuidados. El cuidador se ve sobrecargado tanto por la atención permanente de una persona que puede llevar a la aparición de una amplia variedad de afecciones físicas y psicológicas, como por el hecho de posponer el tiempo y preocupación por sí mismo, independientemente de que esta labor la realicen en forma desinteresada y brindando todo el amor posible. Además junto con el resto de la familia, debe sobrellevar la situación emocional que significa atender a un ser querido en estas condiciones. ¿Es justo que su vida tenga que girar totalmente en torno a este paciente absolutamente dependiente?


Justicia: Asumen una responsabilidad extra que no es común a todos. Si optaran por desligarse del cuidado de esta persona, esto también se consideraría injusto para el afectado. Además es claramente injusto tener que postergar sus propias necesidades, es por esto que no deben asumirlo sólo los cuidadores, sino que en apoyo con la familia


Beneficencia: Al asumir el cuidado de un familiar postrado se busca su bienestar, brindándole amor y asistencia en forma desinteresada y guiados principalmente por el lazo afectivo que los une.


Autonomía: El cuidador posee la capacidad de tomar decisiones propias, donde decide, hacerse cargo del cuidado de esta persona. La responsabilidad primaria del tratamiento y los cuidados recae en la persona que cuida inclusive más que en el receptor de los cuidados.


No maleficencia: No traspasar el cansancio ni el desánimo que pudiera tener la persona cuidadora, ya que la persona postrada ya tiene su propia carga emocional que sobrellevar. No anular a la persona cuidada y lo que sea posible hacerlo participe en su tratamiento y recuperación.


Derechos del paciente postrado


El paciente postrado tiene derecho a recibir cuidados permanentemente. Aun cuando la persona se resista a ser atendido, este derecho no es transable. Cualquier persona en situación de dependencia debería ser tratada y atendida de forma que sus necesidades insatisfechas sean resueltas. Existe un programa de salud en Chile que se encarga de proporcionar atención médica a los pacientes en esta situación. Debería poder acceder a un trabajo o a la educación, tener una familia, y la única limitación para eso son las que la misma persona pueda presentar.


Justicia: ¿Se están haciendo respetar los derechos de los pacientes postrados? Debe haber un trato justo e igualitario. El cuidado no debería negársele a nadie, aunque quien se hace cargo de proporcionarlo debería ser una persona que lo haga con dedicación y destrezas prácticas.


Beneficencia: Estos derechos fueron creados para protección de cada persona dependiente. Es por esto que el entorno debe valer por ellos. En Chile, existe un programa de atención de cuidados domiciliarios a postrados, claro ejemplo de este principio, ya que busca optimizar los cuidados entregados a los usuarios.


Autonomía: El usuario debe ser orientado y enseñado con respecto a los derechos que rigen a los postrados para que así pueda decidir cual es la mejor opción de vida.


No maleficencia: Irrespetar los derechos de los pacientes postrados, no entregándoles un cuidado de calidad, obviando información importante que pueda influir en su diario vivir. Así también, el dejarlo sin participación en la toma de decisiones de su vida.


Problemas psicoemocionales del paciente postrado


Es normal que surjan sentimientos de culpa, por el hecho de sentirse como una carga, y el temor de que el esfuerzo de ser cuidado sea por lástima y no por amor debido a que no pueden retribuir en forma reciproca lo que están recibiendo, por lo que es importante que la persona llegue a sentir que puede entregar algo a cambio. Se hace dependiente de otros, lo que puede hacerlo sentir inútil muchas veces y brindar una responsabilidad extra a los seres queridos les puede llegar a afectar profundamente incluso hasta llegar a sentir lastima de sí mismos. Pueden aislarse del entorno familiar, mantener un estado emocional depresivo, o volverse más agresivos por la frustración que implica no poder desempeñarse autónomamente.


Beneficencia: Observado principalmente en el cuidador, quien entrega la atención al paciente postrado con el fin de procurar su bienestar más allá de sus intereses.


Autonomía: El paciente postrado siente que ya no puede valerse por sí mismo, sino que depende en casi su totalidad de un tercero. Por esta razón, es necesario que las personas que rodean al usuario sean capaces de entregarles herramientas oportunas para que el paciente pueda hacerse partícipe de su propia vida.


No maleficencia: Se basa en la ayuda prestada por el cuidador, quien debe ser capaz de entregarla, libre de sentimientos de lástima, que puedan alertar al paciente que cada día se convierte en una carga y pueda perjudicar en gran manera en su salud y/o recuperación.




ROL DE ENFERMERIA



El profesional de enfermería debe desempeñar un papel facilitador, poniendo énfasis en la capacitación, a través de la educación en salud de los cuidadores, acerca de esta situación, el manejo en la satisfacción de necesidades y la forma en que debe afrontarlo para adaptar los conocimientos adquiridos en su nueva vida. De esta misma manera tiene que ser un apoyo para la familia cuidadora ya que del equipo de salud; es la enfermera quien mayor contacto tiene con estos pacientes por lo que debe ofrecerle a estas familias, herramientas no sólo para maniobrar el aspecto físico sino que también el aspecto psicológico y emocional.

Debe gestionar recursos sociales disponibles así como también en cuanto a la utilización y administración de recursos de atención primaria, tanto humanos (profesionales en salud) como materiales (órtesis)

Demostrar empatía, compasión colocándose en el lugar del otro, respetando sus derechos en todo momento, brindándole una atención igualitaria. También debe fomentar la integración de esta persona haciéndola participe en sus cuidados en la medida que pueda, dándole la posibilidad de sentirse más autónomo en su vida.


2 comentarios:

Unknown dijo...

personalmete conozco muy de cerca la situación que vive una familia con un integrante postrado, no es fácil llevar día dia esta situación, pero creo importante decir que muchas familias entregan amor a esta persona sin límites y que estan dispuestas a todo con tal de ver a su familiar en las mejores condiciones posibles.
Como profesionales de enfermería debemos brindar el máximo apoyo y utilizar todas nuestras competencias para que esta familia se sienta guiada y apoyada por un profesional de la salud que tiene conocimienos respecto al tema y que será capaz de ayudarlo en los momentos de dificultad.

Natalia Gimenez dijo...

hola necesito las referencias de los datos demograficos por favorrr

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